Blackway

Esta semana tuvimos a los jovencísimos Blackway. Por si alguien todavía no les conoce, son una banda con unas aptitudes para la música brutales, alejados de los estereotipos musicales actuales y más próximos a las bandas de los 70, como Purple, Zeppelin, Sabbath, etc. Alrededor de un guitarrista poderoso, virtuoso y enérgico gira esta banda, pero en cada rincón del cuadrilátero encontramos a un músico excepcional.

A la batería tenemos a Fran, que interpreta los temas dotándolos de vida y agresividad a la vez que le aporta detalles que parecen haberse olvidado en los tiempos que corren y él hace crecer el tema como motor del grupo. En la base rítmica también está Ricard, que complementa con nota muy alta la labor de su compañero Fran y aporta agresividad a la vez que destreza a la banda.

De Àlex podríamos decir muchas cosas, pero es evidente que es el candidato perfecto para «Guitar Hero» de la zona, en este caso el Maresme. Se mueve a sus anchas en las escalas de blues y rock, mientras recorre el mástil a una velocidad de vértigo con unos detalles técnicos muy destacables. Vamos, cuarenta años atrás y sería comparado con un Blackmore o Page del Maresme.

Y por último, y no menos importante, tenemos a Arnau. Un vocalista totalmente acorde con la banda. En pocos meses a crecido mucho como frontman y se está convirtiendo en una de las piezas más importantes de la banda, sin él saberlo.

Su actitud y su estética me recuerdan a viejos rockeros consagrados, pero su voz tiene un toque que entremezcla a grandes voces del rock y eso la hace muy particular a la par que adictiva. Vamos, que esta banda no sonaría tan bien con otra voz. Arnau le da ese equilibrio que hace que la banda sea una apisonadora sonora mezclada con una voz que ya quisieran muchos tener en su banda. Blackway son una apuesta de futuro, pero no un futuro lejano, un futuro de… ¡Ya!

El Musicógrafo