Blackway – Cave of Rock

30 de septiembre de 2012

Blackway – Cave of Rock. Impresionantes. Esa sería la mejor palabra que definiría a Blackway, esta banda tan joven y con tanto potencial. Con su estética setentera, sus riffs agresivos y sus ritmos sacados de un garaje de Seattle, nos pueden recordar a muchas cosas, pero no. Al cabo de unos segundos dejas las estúpidas comparaciones y te das cuenta de que es un cóctel mortífero de influencias. Su irreverente actitud, sus ritmos potentes, su puesta en escena y la voz

del vocalista, crean una extraña sensación de máxima atención hacia lo que están haciendo. Inevitablemente, debemos destacar a su frontman, el guitarrista Alex Pañero, que desata su furia con un virtuosismo destacable de su guitarra y unos movimientos que nos han recordado a un jovencísimo Angus Young por allá el año 1972.

Hay que decir que el grupo tiene una base rítmica muy contundente, de la que destacamos a Francesc López a la batería y a un discreto, aunque correcto, Ricard Turró al bajo. Pero lo que sí llama la atención es el vocalista Arnau Fayos, a medio gas entre Bon Scott y Jim Morrison. No quiere destacar en escena por su timidez absoluta, pero sus NO movimientos y su desconsideración hacia el público, puede realzar su carisma sin el pretenderlo. Al esconderse en el escenario crea una atención hacia él que desorienta al espectador, pensando que algo trama. Pero no, es su manera de no destacar y sin él saberlo, destaca más que todos los demás. ¿Curioso o acertada puesta en escena? Veremos a ver si sabe sacarle provecho o no, a esa timidez. Yo le invitaría a ver conciertos de The Doors para informarse más sobre la puesta en escena de uno de los más grandes frontman de la historia de la música.

La banda está empezando, se ha formado en 2012, y aún tienen que definir su estilo propio. Desde El Musicógrafo creemos que deberían alejarse de los estereotipos del rock y pensar más en componer acercándose a lo que realmente sienten. Tiene actitud, aptitud y estilo, pero les falta personalizar su música. Al ver su actuación se les puede definir como imitadores de esto o lo otro, que no lo son, pero sus influencias son notables en la manera de tocar riffs, cambios de ritmo y sobre todo en la composición de las melodías de voz.

Es pronto para saber si crearan un sonido único, pero si siguen ensayando tres días a la semana y tocando mucho en directo, es muy probable que en la próxima visita que hagan a nuestro programa hayan crecido mucho musicalmente y nos encontremos con una banda muchísimo mejor y más cerca de un sonido característico. Desde El Musicógrafo les deseamos lo mejor a estos chicos que empiezan y creemos que tienen una larga trayectoria musical. Os esperamos muy pronto con novedades.

El Musicógrafo