¡Adiós y gracias!

¡Adiós y gracias! Queridos amigos de El Musicógrafo:

Muy a pesar nuestro, vamos a tener que interrumpir la grabación del programa al acabar el mes de mayo. Las bandas que tenían que pasar durante el mes de junio no podrán venir a conocernos, y ya se lo hemos comunicado vía email. Nos gustaría explicaros todos y cada uno de los problemas que hemos ido sorteando en los nueve meses de programa, pero sería algo muy tedioso. Nuestra idea es buscar alguna alternativa y poder seguir el trabajo en septiembre, pero no os quiero mentir, la cosa pinta muy mal. Esta, a muy pesar mío, es la carta de despedida. La carta de alguien que ha creído en este proyecto, que se ha dejado la piel para que se lleve a cabo, la persona que desde hace muchos años llevaba pensando la manera de materializarlo y conseguir difundir la obra de tantas y tantas bandas y solistas que tienen algo que expresar. Cada una de las bandas que habéis estado en el programa habéis notado que el equipo que hace posible El Musicógrafo siente la música de una manera especial. Da igual el estilo, da igual si es en acústico o eléctrico, nos da igual todo, ya que la música expresa lo que las personas sienten en un instante de su vida. Y nos habéis llenado de experiencias, sentimientos, amores rotos y canciones protesta. Nos habéis regalado la ilusión de ver que cada semana nos sorprendía otra banda, con otro estilo, con una magia distinta pero con la misma pasión, la misma que tenemos nosotros, el amor a la música. Todos sabemos lo que cuesta, miles de ensayos poco productivos, conciertos sin gente, sin aplausos, sin ninguna recompensa. Sin nada no, con la pasión que mueve a un grupo de personas a montar una banda y hacer sus propias canciones. Esa es la pasión que mueve el corazón de El Musicógrafo. Un corazón hambriento de música sea cual sea el estilo. El Musicógrafo no somos nosotros, los que hacemos el programa, El Musicógrafo somos todos, todas las bandas, los cantautores, nuestros guapísimos presentadores, Manel y yo y todos los que hemos hecho posible que hayamos podido hacerlo. Casi 700 fans en Facebook dicen mucho de un proyecto modesto, humilde y que se ha hecho sin esperar nada a cambio. Un proyecto que llega a su fin y deseamos que alguien con más recursos, con medios y con la infraestructura suficiente sepa ver que hay que apoyar a la música de base para que en un futuro haya algo que escuchar que no sean lo que “ellos” quieren que escuchemos. Hoy nos entristece decir que El Musicógrafo ha llegado a su fin. Queremos dar las gracias a todos los que habéis colaborado, a los que pensabais colaborar y a todos aquellos que nos han dado aliento semana a semana. Solo me queda decir una cosa: muchas gracias de corazón a todos. Hasta siempre…

El Musicógrafo
Julio Caminero